Cuando la memoria falla: ¿Cómo saber cuándo es necesario buscar ayuda médica?
Por: psi. Adriana Rodríguez
Es frecuente encontrarse en el consultorio con pacientes que se quejan de problemas de memoria, algunos más graves que otros y algunos de más tiempo que otros, Pero todos ellos afectando su capacidad para funcionar en el día a día.
Para poder hablar de la memoria sería importante entonces primero dilucidar sus componentes.
A grandes rasgos pueden describirse 2 tipos principales de memoria:
- Memoria retrógrada o antigua.
- Memoria anterógrada, episódica o reciente.
Te puede interesar: Ser Mamá Nunca Termina
La memoria y su proceso
La memoria retrógrada es la memoria ya establecida, es nuestra memoria más vieja y constituye la esencia de quienes somos, todas las cosas que nos han sucedido lo que hemos aprendido y lo que nos hace quienes somos se encuentra ahí, acumulándose con el tiempo y volviéndose sólida con la repetición.
La memoria anterógrada, en cambio es nuestra memoria nueva de los hechos que acaban de pasar desde aquellas cosas que acabamos de escuchar hasta lo que ocurrió en los últimos días o semanas.
Esta es una memoria en proceso de consolidación, es decir, todavía no está completamente lista para ser parte de la memoria retrógrada.
Buscar ayuda
Cuando un paciente busca ayuda, por un problema de memoria lo primero que hay que definir es si se trata realmente de un problema de memoria y la razón es que el paciente no se esté acordando de cosas, si no que no está poniendo atención a lo que ocurre a su alrededor y por eso no entra a la memoria.
Por lo tanto, no puede ser grabada a largo plazo aparentemente el paciente está olvidando lo que sucedió, sin embargo, lo que realmente está pasando es que no se dio cuenta de lo que sucedió y nunca entró a su memoria.
Cuando ese es el caso, el problema del paciente es por 2 causas principales, la primera son los cuadros depresivos, dónde la tristeza y la falta de interés son los problemas principales de la depresión.
La depresión, tristeza y falta de atención
También, la disminución en la capacidad para la atención y concentración por la lentitud en el pensamiento, lo que muchas veces hace que el paciente perciba problemas de memoria.
Así es para los pacientes depresivos de todas las edades, pero puede ser especialmente cierto para los adultos mayores con depresión, donde la reserva cognitiva que queda ayuda a amortiguar los problemas.
Si este es el caso del paciente, con tratamiento los problemas más notorios de la memoria por la depresión tienden a mejorar. Pero siempre y cuando sea tratada la depresión de la persona.
Déficit de atención y la memoria
Otro problema, puede ser el trastorno por déficit de atención en este caso el problema de memoria, no está siendo nuevamente por una dificultad para la adquisición de la misma sino más bien en nuestra capacidad para poner o fijar la atención.
Normalmente, al paciente se le van pequeños detalles de las conversaciones, tiene que repetir las cosas, no se concentra en lo que le están diciendo y eso podría presentar otra dificultad en estos pacientes.
Además, las personas que lo padecen tienen problemas para organizarse, para medir el tiempo, olvidan cosas, podrían ser también muy inquietos o hiperactivos hablando mucho, haciendo varias cosas al mismo tiempo, contestando o actuando de manera impulsiva, entre otros síntomas.
Te puede interesar: Videojuegos y Salud Mental: Estrategias para un cerebro sano
Memoria reciente o antigua
Ahora bien, si el problema realmente está en la memoria lo primero que habría que definir es si se trata de la memoria reciente o de la memoria antigua, lo más frecuente es que los trastornos que afectan la memoria a largo plazo comiencen primero por la memoria anterógrada.
Si este es el caso, la memoria antigua queda intactas en el paciente y se va a acordar perfectamente de todo lo que ha pasado anteriormente, sin embargo, empieza a tener problema para recordar cosas recientes, cosas que acaban de ocurrir o que están muy cercanas.
Estos olvidos, generalmente, comienzan de manera escalonada, apareciendo solo de vez en vez para incrementar su frecuencia progresivamente, hasta hacerse frecuentes.
La demencia y la memoria
Cuando esto ocurre en el contexto de un trastorno neurocognitivo mayor, anteriormente conocido como demencia, comenzará a afectar después a otras áreas cognitivas afectando la velocidad de procesamiento, la función ejecutiva, la atención, las praxias o nuestra capacidad para realizar actos motores automatizados o complejos.
Además, afecta eventualmente las actividades instrumentadas de la vida diaria, al avanzar más puede afectarse el juicio, haciendo que el paciente tome decisiones que ponen en riesgo su propia vida o la de los demás.
Así como acciones que atentan, con la integridad de cualquiera de los miembros de su casa, finalmente podría comenzar a afectarse la memoria retrógrada y el paciente podría perder acceso a estos viejos recuerdos que lo hacen quien es.
Los trastornos neuro cognitivos mayores o demencias, no tienen una solución por el momento sin embargo sí hay tratamientos que pueden hacer más lento el deterioro permitiéndole al paciente mantenerse estable por mucho más tiempo.
Atención a tiempo
Atacar la enfermedad a tiempo, permitirá preservar su funcionalidad por el mayor tiempo posible, para lograr esto es esencial tener un diagnóstico y quien mejor puede hacerlo es un neuropsiquiatra o un neurólogo especialista en demencias.
Sí se trata de un adulto mayor, es el geriatra el que puede sumarse al grupo de especialistas capaces de valorar adecuadamente al paciente.
El diagnóstico de la demencia es clínico y depende del historial del paciente y de los deterioros que ha tenido en el tiempo, datos como la edad del paciente, el progreso de la enfermedad, el patrón de los síntomas o las alteraciones en la imagen cerebral.
Todo esto, antes mencionado, ayuda a definir un diagnóstico, por lo que generalmente una valoración completa y adecuada para un trastorno neurocognitivo, dependerá de la consulta médica, los estudios de imagen y las pruebas neuropsicológicas para definir el patrón de alteración o deterioro que tiene el paciente.
Te puede interesar: Dra. Adriana Rodríguez: ¿Por qué le tememos a la muerte? El enigma de nuestro ciclo de vida
Diagnóstico
En general todos los diagnósticos de demencia o trastorno neurocognitivo mayor son de probabilidad, es decir, el diagnóstico correcto sólo puede establecerse con la autopsia cuando el paciente fallece para definir exactamente el patrón de daño celular que tiene su cerebro.
Por otro lado, la mayor parte de las veces puede coincidir con una buena clínica que permitirá tomar las decisiones médicas adecuadas, para mantener al paciente lo más sano posible por mayor tiempo.
Así que no lo dudes más, si tienes problemas de memoria o conoces a alguien con problemas de memoria, no dejes que el problema progrese o podría ser muy tarde ven a consulta con nosotros a SYNAPTICA podemos ayudarte.