Una fractura… !Detéctala a tiempo!
Por: Dr. Óscar García
Las fracturas en niños son comunes y generalmente producidas por caídas, las más serias por accidentes con vehículos de motor, como carros o motocicletas. Una fractura indica la ruptura o quebradura de un hueso, mientras el término fisura implica fractura incompleta.
Los síntomas más comunes son dolor, hinchazón e incapacidad para utilizar o mover el área lesionada; en los casos severos, puede haber deformidad. No siempre es fácil saber si existe una fractura, especialmente en los niños pequeños que aún no pueden hablar.
Cuando se sospecha de una fractura, se debe inmovilizar el área usando un periódico o revista enrollada para disminuir el dolor y evitar que se produzca una lesión mayor, asimismo, se puede generar un cabestrillo utilizando una pañoleta o tela, así como aplicar hielo localmente para disminuir el dolor y la inflamación.
Si existe una herida sangrante o si se puede ver el hueso a través de la herida, coloque una gasa o tela limpia, haga presión, inmovilice el área y traslade inmediatamente al paciente a un hospital.
En todos los casos de sospecha de una fractura, debe valorarse por un médico y tomar radiografías del área, y una vez establecida la magnitud de la lesión realizar un tratamiento específico establecido por un especialista en Traumatología.
Los huesos de los niños son más elásticos y flexibles, por lo que es común que las fracturas sean incompletas y con poco desplazamiento, lo que facilita su tratamiento, además las fracturas en niños cicatrizan más rápido que en los adultos.
La mayoría de las fracturas en los menores terminan de buena manera, ya que incluso cuando los huesos no pueden ser alineados a la perfección existe un proceso llamado Remodelación, que ayuda alinear la fractura mientras cicatriza.
