Recomendación para padres: Dosis diaria de ejercicio para los niños
Por: dpa
Los niños necesitan ejercitarse para poder desarrollarse de forma sana. ¿Pero cuánta actividad deben realizar?
Esto depende de la edad, según señalan los expertos. Los niños pequeños de hasta tres años deberían moverse lo máximo posible. Entre los tres y los seis años, en edad de asistir al jardín de infantes, se recomiendan tres horas por día. A partir de los seis y hasta los 18 años se aconseja al menos 1,5 horas diarias.
Incluso los movimientos simples de la vida cotidiana cuentan como parte del tiempo recomendado, ya sea de camino al colegio, montando en patinete o en bicicleta para visitar a los amigos, o jugando en el patio de recreo.
El ejercicio no solo mantiene a los niños en buen estado corporal sino que también evita problemas de peso. Además fortalece la confianza en sí mismo, elimina el estrés y siempre suele ser divertido.
De eso debería tratarse cuando se inscribe a un hijo en un club deportivo, de diversión y no de alto rendimiento. Si un niño no disfruta con un deporte, tal vez no sea el más adecuado para él, entonces debería poder probar otro deporte.
Y nunca se debe olvidar que a los niños les gustan especialmente los elogios y el reconocimiento y las palabras de ánimo cuando algo no funciona.
Los expertos observan con preocupación que cada vez más niños y adolescentes pasan demasiado tiempo libre sentados. A largo plazo, esto puede ser perjudicial para la salud.
Los padres deberían por ello interrumpir los largos periodos de tiempo que sus hijos pasan sentados, siempre que sea posible, y asegurarse de que hagan algo de ejercicio.
Esto puede hacerse sin mucho esfuerzo. ¿Qué tal si construyes una pequeña cueva con mantas y cojines en la habitación de los niños o una pequeña fiesta de baile en el salón?
Las madres y los padres también cumplen una función de modelo y por lo tanto deberían realizar de pie aquellas actividades durante las que suelen sentarse, como por ejemplo llamar por teléfono o pelar patatas. Los chicos observan todo.
En general, es aconsejable que los propios padres se muevan mucho y con gusto. Así, esto se convertirá en algo natural para sus hijos.