Candidiasis Intestinal

¿Qué es la Candidiasis Intestinal Crónica?

Por: Bionutrición Ortomolecular
La candidiasis intestinal crónica es el descontrol excesivo del hongo cándida albicans en el intestino, presente también en la flora vaginal femenina. La cándida albicans nace con nosotros y convive en nuestro sistema digestivo, genitales, piel y boca de forma amigable cumpliendo una función reguladora del organismo.

En condiciones normales, nos protege frente a toxinas y desequilibrios orgánicos importantes, el problema se presenta cuando se da un crecimiento desmesurado de la misma conduciendo problemas para la salud y causando la conocida candidiasis intestinal crónica, un síndrome que no está actualmente reconocido oficialmente por la medicina ni la nutrición clásicas.


Sin embargo, existe y causa una extensa sintomatología que suponen trastornos e incomodidades día tras día en la vida de quien lo padece. El quid de la candidiasis y de todos los malestares que provoca cuando se descontrola resulta en un conjunto de muchos y variados síntomas que se acumulan uno tras otro y que suelen aparecer de forma intermitente a lo largo del tiempo, y casi nunca se relacionan con una cándida albicans descontrolada.

Donde exista una flora intestinal abundantemente buena, una dieta equilibrada y donde no se padezcan enfermedades que obliguen a la toma de medicamentos agresivos de forma crónica, el crecimiento excesivo de este hongo no debería tener cabida.

Para que ésta llegue a producir la temida candidiasis intestinal crónica, deben existir una serie de condiciones muy particulares sostenidas a lo largo del tiempo.

Entre las causas más comunes que pueden producir candidiasis intestinal crónica, pueden estar las siguientes:

  • La toma prolongada de antibióticos, antiinflamatorios, corticoides, anticonceptivos orales
  • Una dieta rica en azúcares refinados: Harinas y azúcar, lo que incluye la bollería industrial, el consumo excesivo de pasta, pan, galletas, y dulces, en definitiva, una dieta muy poco cuidada
  • El estrés prolongado
  • Algunas patologías como la diabetes de tipo II, el síndrome de fatiga crónica y los síndromes intestinales, como el de colon irritable

Síntomas comunes de la cándida albicans

La candidiasis intestinal crónica tiene peculiaridades muy específicas, por un lado, sus síntomas no comienzan a hacerse presentes hasta que pasa cierto tiempo y cuando estos síntomas aparecen uno tras otro, es porque el crecimiento es excesivo y ha estado durante largo tiempo sin ser tratada adecuadamente.

Tal vez, si tomamos antibióticos 3 o 4 veces en un año a causa de una infección, y si teníamos además una dieta desequilibrada, rica en carbohidratos refinados y un nivel de estrés muy alto, por ejemplo, al cabo de los meses se empezará a notar la falta de energía o que las digestiones son pesadas y lentas o que nos aparecerá una diarrea crónica de origen desconocido.

Si este cuadro se sostiene a lo largo de las semanas, irán poco a poco apareciendo otros que agravarán más el estado de debilitamiento; si hay alergias, éstas se harán más fuertes y frecuentes.

Empezaremos a tener migrañas cuando nunca se habían presentado, a dormir mal, a aumentar de peso excesivamente, aunque comamos poco, a dolernos las articulaciones o a estar completamente agotados y un largo etcétera.

Todos estos síntomas en un cuadro de candidiasis son extensos, variados y cíclicos, puesto que suelen ser intermitentes, apareciendo unos y desapareciendo otros alternativamente y, con frecuencia, se acaban desarrollando otros problemas de salud.

Esta situación que es muy habitual en personas con candidiasis intestinal crónica, se perpetua durante meses y a veces años, sin que la persona sepa qué le sucede, puesto que no suelen relacionarse con este problema.

En la actualidad, la afección por crecimiento excesivo de cándida albicans intestinal no está reconocida oficialmente por la medicina y, por lo tanto, no suelen tratarla. No obstante, sí que tratan la cándida albicans, pero en casos no relacionados con el intestino.

La lista de síntomas extensos e intermitentes que este padecimiento puede provocar son:

  • Acné, sarpullidos y eccemas, sequedad y picores en la piel
  • Alergias que antes no se tenían, por ejemplo, a tejidos y metales
  • Alergias e intolerancias alimentarias
  • Cansancio continuo, fatiga intensa que suele ser más fuerte durante las mañanas
  • Cistitis e infecciones urinarias constantes
  • Diarrea alternada con episodios de estreñimiento
  • Dolores de cabeza o migrañas
  • Malestares menstruales fuertes y síndrome premenstrual, irregularidades en la regla
  • Molestias musculares y en articulaciones
  • Dolor o ardor vaginal al tener sexo, flujo o picor vaginal y anal
  • Frío en las extremidades del cuerpo
  • Gases en exceso e inflamación en el bajo abdomen
  • Irritabilidad, depresión, ansiedad, nerviosismo
  • Malas digestiones, lentas, pesadas, con exceso de gases, hinchazón abdominal
  • Sensibilidad a la luz solar, ojos que lagrimean
  • Sabor a metal en la boca, puesto que suele haber un exceso de metales pesados en el organismo
  • Sensibilidad a los olores de los cigarrillos, perfumes y/o químicos
  • Sinusitis e infecciones en oídos y garganta
  • Serias dificultades para perder peso, sobrepeso
  • Insomnio problemas de concentración y memoria
  • Ansías de alimentos dulces y carbohidratos refinados, cerveza y azúcar
  • Hipotiroidismo asma, infertilidad
  • Caspa, piel sensible, caída de cabello, debilidad en uñas
  • Parasitosis
  • Deficiencias nutricionales de vitaminas, minerales y aminoácidos, anemia y desnutrición celular

La lista de síntomas es extensa y son los que con mayor frecuencia veremos aparecer y desaparecer constantemente en un cuadro de esta enfermedad. También pueden presentarse calenturas, hongos en la boca y en la vagina, en el caso particular de las mujeres.

Se ha comprobado cómo la candidiasis era, en ciertas enfermedades, la causa principal de que ésta existiera, y como, una vez que ha sido tratada no sólo los síntomas desaparecen, sino también la enfermedad que se creía como principal.

Este es el caso, por ejemplo, del síndrome de fatiga crónica, algunas intolerancias alimentarias, el cansancio crónico que sufren muchas personas sin causa aparente o la dificultad de algunas mujeres para quedar embarazadas o el síndrome del intestino irritable y permeabilidad intestinal.

Química

Diagnóstico

El test de arabinosa, que se realiza a través de una muestra de orina, es la prueba más común para detectar el crecimiento excesivo de cándida albicans a nivel intestinal.

Otras pruebas que puede ayudar en el diagnóstico son los de intolerancias alimentarias, que dan pistas muy concretas acerca de cómo se encuentra la salud intestinal de la persona. A mayores intolerancias alimentarias, mayor probabilidad de sufrir candidiasis intestinal.

Los exámenes más completos son sin duda los de microbiota intestinal, donde se analiza todo el ecosistema intestinal: Flora, bacterias, hongos y levaduras y parásitos.

Pruebas de nutrición biológica más utilizadas

Siempre recomiendo acudir a la consulta de un especialista que valore si existe la posibilidad de sufrir esta enfermedad o no y que apoye el diagnóstico con las pruebas oportunas) y un cuestionario especializado.

En nutrición ortomolecular, los exámenes que se realizan son los siguientes:

  • Examen de arabinosa
  • Estudio completo de microbiota intestinal
  • Ácidos orgánicos en orina

Tratamiento

Hasta ahora, el único sistema que puede brindar un tratamiento completo y adecuado al problema de la candidiasis intestinal crónica es la nutrición ortomolecular.

Tanto la medicina alopática como otras complementarias, no disponen de protocolos ni tratamientos para ello o no lo tratan adecuadamente y la candidiasis termina al cabo del tiempo por reaparecer y volverse resistente.

Esto se da muy a menudo en tratamientos de cándidas que son llevados a cabo con naturopatía u homeopatía. Si bien estos sistemas son eficaces para el tratamiento de otras patologías, no son adecuadas para el tratamiento integral de la candidiasis intestinal crónica, puesto que son incompletos y el enfoque es totalmente erróneo.

La nutrición ortomolecular es, en este caso, una de las nutriterapias más eficaces que existen hasta el momento para poner a raya el crecimiento excesivo de cándidas y que no vuelva a pasar por lo mismo en el futuro.

La persona con candidiasis deberá involucrarse intensa y activamente en llevar estrictamente su dieta si realmente quiere recuperar su salud y que desaparezcan todos esos síntomas que complican tanto la vida a diario.

El tratamiento que varía en el tiempo de duración de cada persona, no suele sobrepasar nunca los 6 meses. Si la dieta anticándidas y la toma de suplementos se siguen al pie de la letra, se empezarán a notar los efectos inmediatamente.

Este procedimiento abarca la dieta que será específica para este caso, así como la toma de suplementos que variarán en cada una de sus fases.

Se contempla también la higiene personal y de vida para procurar reducir al máximo que la cándida vuelva a presentar. Uno de los puntos fuertes más apreciados del tratamiento con la terapia ortomolecular de la candidiasis, es que la persona aprende en el camino cómo evitar que esto vuelva a pasar.

Una vez el tratamiento se ha iniciado, lo mejor para erradicarla eficazmente es terminarlo sin saltarse una sola fase, pues de lo contrario la cándida se hará más fuerte y en un futuro, al retomar el tratamiento, se tardará el doble de tiempo en equilibrarla completamente.

Al cabo de un año, es recomendable volver a realizar el examen de arabinosa para comprobar si quedan restos de candidiasis y así poder dar por finalizado o no el tratamiento.

¿Cómo evitar el crecimiento excesivo de cándidas?

Se ha de evitar una alimentación rica en carbohidratos refinados y procurar que sea equilibrada y natural, evitando alimentos muy industrializados o altamente procesados.

En casos especiales en los que debamos tomar sí o sí un antibiótico, lo mejor que podemos hacer para evitarla es repoblar abundantemente la flora intestinal con probióticos de excelente calidad y cuidar nuestra alimentación, pues si nuestro intestino goza de una salud óptima, no será caldo de cultivo para un crecimiento excesivo de cándidas.

Si se toman anticonceptivos orales, lo mejor será consultar con el ginecólogo sobre otros métodos anticonceptivos que los sustituya y si tenemos enfermedades crónicas como asma o diabetes, lo más probable es que haya un crecimiento excesivo de cándidas debido a la toma prolongada de medicamentos.

Deberemos evitar en la medida de lo posible el estrés prolongado, pues éste debilita el sistema inmunológico, haciéndonos susceptible de enfermar con mayor frecuencia y por lo tanto, vernos obligados a tomar más medicamentos que podrían desencadenar en una posible candidiasis.

Tomando estas medidas, podremos estar algo más tranquilos frente al desarrollo de una posible candidiasis intestinal crónica.

Bionutrición Ortomolecular

Bionutrición Ortomolecular

Paula Pencef Pérez

Entre tantas cosas, la nutrición ortomolecular pretende enseñarnos a preservar la salud a través de una alimentación equilibrada y variada y el aporte óptimo de nutrientes.

Fuente: https://bionutricionortomolecular.com/candidiasis-intestinal-cronica