No te sientas mal por sentirte mal

Por: Psic. Verónica Del Valle 

Actualmente la mayoría de las personas, incluyendo niños, están sufriendo de tristeza, desesperación, apatía, alteraciones en la forma de comer y de dormir derivado de este periodo de aislamiento.

La salud emocional y física no están en su mejor momento.



Es una época con demasiada información que va por muchas direcciones y tendencias.

No sé cuenta una fecha que a ciencia cierta asegure cuándo terminará la pandemia y se pueda volver a la vida cotidiana que se tenía antes, que, por cierto, no sabíamos que éramos tan afortunados.

Una de las razones por la cuales nos sentimos mal es por la bomba de sucesos mundiales como el racismo, la caída económica, la pandemia, el descontento, la confusión, incertidumbre, etc.

Nadie en este momento tiene completamente satisfechas sus necesidades más básicas.

Existe una corriente psicológica postulada por A. Maslow que habla de que el ser humano tiene una tendencia básica hacia la salud mental.

Este modelo plantea una jerarquía de las necesidades humanas más básicas y que cuando no son satisfechas generan alteración en la conducta y en las emociones.

En su teoría, Abraham Maslow (1943, Una teoría sobre la motivación humana) dijo que existen cinco grandes etapas para cubrir todas las necesidades humanas, desde las más básicas (la supervivencia) hasta las más complejas (las más cercanas a la autorrealización).

Maslow explica que las necesidades biológicas básicas para poder vivir tranquilos es contar con salud, comida, descanso y contacto físico.

Observamos lamentablemente que por ahora la salud está condicionada al confinamiento, se tiene que estar en casa para tener un poco de control de la enfermedad y casi no se tiene contacto físico, sólo con las personas con las que vivimos.

En cuanto a las necesidades de seguridad nos explica que para sentirnos seguros hay que tener dinero, seguridad física, vivienda y familia.

En este tiempo de incertidumbre se marcó más la desigualdad económica, hay quien no puede quedarse en casa para cubrir su alimento o incluso personas que han perdido su empleo.

 Y por último, mencionaré las necesidades sociales: Sentirse integrado, tener amigos, pareja etc. No te sientas mal Psic. Verónica Del Valle



Se ha tenido que aprender a vivir en pareja a la distancia, ver a los seres queridos a través de la pantalla o de lejos de carro a carro, no hay abrazos apretados.

Para sentirse un poco mejor, antes que otra cosa, es comprender y aceptar que no es malo sentirse mal, tenemos suficientes motivos para estar tristes.

Pero esto no significa que debemos abandonarnos a los sentimientos pesimistas.

Está bien llorar un rato, unos días, pero luego hay que saber poner un límite y buscar la forma de encontrarle sentido al dolor, tal vez se podría ofrecer nuestra tristeza a cambio de que una persona salga de la enfermedad.

Nuestro dolor por el bienestar de una familia. Tener empatía es una virtud del ser humano, está bien preocuparse por la humanidad.

Para salir adelante, mejorar el ánimo y combatir el estrés hay que buscar nuevas formas de vida, no se puede seguir esperando a que todo vuelva a ser como antes, se tiene que empezar por uno mismo: “Si yo cambio, todo cambia”.

Se necesita aprender a vivir en el día a día, sólo un día a la vez, por ahora no se pueden hacer planes de ningún tipo y tal vez ese sea el mejor aprendizaje, vivir el aquí y el ahora de la mejor manera posible.