Susana de León

Mantente sano viviendo el presente

Por: Susana de León
En lo profesional, siempre he identificado las consecuencias de emociones intensas y la calidad de nuestros pensamientos, así como el origen del desequilibrio en nuestra salud física.

El vivir en un estado de alegría, confianza en nosotros mismos y en los procesos de la vida, sintiéndonos capaces para elegir, ayuda a tener un sistema inmunológico fuerte.


La energía que debe recorrer nuestro cuerpo desde los pies a la cabeza de manera natural, y luego de la cabeza a la tierra, se ve interrumpida constantemente por cómo elegimos reaccionar ante sucesos cotidianos de la vida. Por ejemplo, la ira nubla la mente, nubla la comprensión, a veces somos tan obstinados y tenemos el anhelo de querer controlar todo, sintiendo frustración, soledad y separación del resto del mundo, cuando ese anhelo se ve impedido.

Tampoco utilizamos adecuadamente la palabra y maldecimos, ya que mal-decir, es una manera de referirnos y hablar mal de otros, de nosotros mismos, de situaciones, de objetos, pues ignoramos que todo es energía.

Para los que trabajamos con la energía sutil, podemos identificar heridas en los campos energéticos, producto de mal-decir. El estado de una mente relajada y en paz, es contrario a ser negativos.

¿Sabías que el ser pesimista afecta nuestra glándula pineal, pituitaria, creando efectos colaterales en las glándulas adrenales y que nos hace estar en alerta permanente, esperando lo peor de las cosas y con ello nuestros riñones se ven afectados? Todo esto, sin contar que perdemos la objetividad y no vemos lo bueno que tenemos enfrente.

También ignoramos que casi toda nuestra actuación y reacción en la vida presente tiene su origen en heridas de la infancia y adolescencia, no conscientes y, por lo tanto, no superadas.


Desde mi práctica terapéutica integral, se busca el origen del conflicto, sin dejar de ver las consecuencias que ha causado en la vida presente, buscando un renacimiento, habiendo aceptado y transformado esas historias. Hablar de niñez plena, es haber tenido alimento afectivo y un gran entorno de seguridad.

Desde la psicosomática clínica exploramos ese campo, y desde el trabajo energético ayudamos a la sanación física actual que se ha traducido en enfermedad y comportamientos negativos actuales, y la combinación de diversas técnicas ofrece resultados muy positivos en la calidad de vida de mis pacientes.

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