¡¿Hipertensión también en niños?!

Por: Grupo Madero

La hipertensión arterial es una patología multifactorial donde influyen factores genéticos y ambientales, con una prevalencia en la población pediátrica de hasta el 3%, la cual puede aumentar hasta el 30% en niños y adolescentes obesos.

En los últimos 20 años, la prevalencia de este padecimiento ha aumentado, por lo que un diagnóstico oportuno es importante para evitar complicaciones, pues esta enfermedad puede pasar inadvertida y provocar daño orgánico en la edad adulta.

Los estudios se basan en varias mediciones de la presión arterial realizadas en consulta en distintos momentos, y es necesario ajustar los valores para la edad y talla de cada niño, ya que muchos pueden permanecer asintomáticos y se detecta sólo al medir la presión arterial. Es necesario una evaluación cuidadosa, examen físico y estudios de laboratorios y gabinete para detectar la causa de la hipertensión.

Dentro de los síntomas que pueden presentar, están la cefalea, vértigo, náuseas, vómito, irritabilidad y cambios de personalidad.

Existen niños con mayor riesgo de presentar esta enfermedad, como aquellos con antecedente de prematurez, peso bajo al nacimiento, cardiopatías, infecciones urinarias recurrentes, proteinuria, enfermedad renal, historia familiar de enfermedad renal congénita, obesidad e hipertensión.

Existen tratamiento no farmacológico necesarios para el control de la presión arterial, como una alimentación a pecho materno y suplementos con fórmulas con ácidos grasos poliinsaturados, una dieta rica en frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasas o sin grasas, granos integrales, pescado, pollo, semillas y frutos secos, y a la vez pobre en dulces, azúcares agregados, grasas, carnes rojas y con bajos niveles de sodio.

Realizar ejercicio tiene un efecto favorable para esta enfermedad, ya sean 40 minutos de actividad aeróbica de 3 a 5 días a la semana, esto ayudará a mejorar la función cardiovascular y reducir el peso en niños obesos.

Evitar el tabaquismo de segunda mano, intentando no fumar dentro del hogar o hacerlo cerca de los pequeños, son de las acciones con las que se puede prevenir este padecimiento.

De llegar a ser recetado tratamiento farmacológico, éste debe ser supervisado por un médico con experiencia, el cual ayudará a elegir el más apropiado según la causa y evitar efectos adversos en los menores.

A nivel mundial, existe un diagnóstico insuficiente de hipertensión en pediatría, ya que no se detecta a tiempo y esto puede generar un daño a veces irreversible en ciertos órganos del cuerpo, por lo que es recomendable tomar la presión a los niños al menos una vez al año.