La fotografía

Unas palabras sobre la fotografía

Mundos enteros dentro de un cuadro, es lo que es posible crear si nos planteamos la intención de buscar un discurso, una idea, aquello que hace que una fotografía pueda contarnos su propia historia, no solamente un mensaje estético, sino aquello que oculta para confesarnos si somos lo suficientemente observadores.

“Hay que tener la mente abierta y curiosidad para saber leer las imágenes”


En primera instancia, es fácil observar una fotografía, pero sin darnos cuenta, nos vemos influidos por su mensaje oculto. Todo esto depende de su propio “código visual”.

La ftoografía

Su relevancia es tal y esencial, que toma fuerza con el tiempo, por ejemplo: Inevitablemente al ver fotografías antiguas, de hace 100 años, comparamos esos mundos con el modernismo que nos abraza, nos despierta la imaginación y nos hace sentir lo fugaz que el tiempo es, nos hace imaginar e incluso sentir nostalgia aún sin haber vivido aquellos tiempos.

De eso se trata la fotografía, por eso fotografiamos, porque deseamos hacer perdurar la belleza del instante, anhelamos alargar la vida de un momento o historia por la eternidad, más concreto que en nuestra memoria, dentro de un silencioso cuadro.

“Somos seres que, de buena o mala cultura, las historias y las memorias nos hacen lo que somos”

Esa filosofía corre por mi esencia como fotógrafo, planteándome suficientes razones para ponerme en práctica, al crear retratos no sólo de belleza, sino que estén estos dispuestos a contarnos algo, que por supuesto, de mucho depende quién observa, ya que al final, encontramos en las imágenes aquello que también nosotros somos, pues nos despiertan diversas emociones: Curiosidad, identificación, irritación…

La nostalgia y elegancia que busco cargar en mis imágenes, además de una historia, es sin duda una cualidad de lo que mi firma, siendo fotógrafo me corresponde, casi como una responsabilidad auto-adjudicada, buscando darle un valor atemporal a la fotografía de mi autoría, una forma de escapar y respirar de una inundada sociedad de imágenes crudamente comerciales.


– Créditos:

Modelo, maquillaje y peinado: Tania Valenzuela

Fotografía: Zoé Lugo

Ubicación: Praga café

La fotografía