La elegancia en la fotografía
En la fotografía, estas conductas nos representan un deleite de imágenes suaves y delicadas, y según el contexto, intrigantes o misteriosas.
Se trata de imágenes en las que se busca la perdurabilidad, al no estar atadas a modas o estereotipos temporales. De esta forma, el tiempo es más amistoso con nuestras fotografías, muchas veces, trayendo una interpretación más auténtica conforme se observa.
Como ya se mencionó, la elegancia en la fotografía no necesariamente debe estar ligada sólo en el vestir, hablamos también del contexto visual, la atmósfera que encierra a la modelo en el cuadro fotográfico, su postura a través de su propio papel en la interpretación, la suavidad de unas manos relajadas, lejos de la tensión y una expresión de seguridad, una postura correcta y no encorvada, quizá distracción dentro de la historia en la fotografía que se realiza, pero siempre, mostrándonos el permanecer dentro de la delgada línea de lo que nos define la elegancia.
Independientemente de cuestiones técnicas de la fotografía como la luz, escenografía y texturas, la elegancia queda detonada por algunas otras cualidades más, que, en lo personal, en mi trabajo en la fotografía, la modelo y su papel interpretativo es el principal protagónico. Esto ayuda indiscutiblemente no sólo modelos, sino en cualquier retrato con la intención de tener la cualidad de la elegancia.
De este modo, es posible conseguir no sólo imágenes visualmente agradables, sino también funcionales, sumado aparte una idea o historia en la imagen.
Si he de definir el verdadero carácter de mi trabajo fotográfico, independientemente de la variabilidad de trabajos realizados, es buscar una elegancia, una belleza y una historia, como los ingredientes principales y más importantes en mis obras.
Modelos: Tania Valenzuela, Frida Ruvalcaba y Wendy
Zoe Lugo
Photography
