La medicina mexicana ha dado un paso histórico con el liderazgo de la Dra. María Cruz Orozco, primera mujer en dirigir un centro de cirugía robótica en el país. Su camino, marcado por la perseverancia, la innovación y la convicción de abrir espacios para nuevas generaciones, la ha llevado a colocarse al frente del Centro de Cirugía Robótica del Hospital Hispano Americano en Mexicali, un proyecto que conjuga tecnología de vanguardia con la pasión de un equipo humano altamente capacitado.

La historia de la doctora comenzó en Guadalajara, Jalisco, donde cursó la carrera de Medicina y se graduó como médica cirujana. Posteriormente, se especializó en Ginecología y Obstetricia, sumando entrenamientos en Colposcopia y Patología del Tracto Genital Inferior. Con la firme convicción de crecer profesionalmente y aportar algo nuevo a la comunidad, en 2008 llegó a Mexicali, ciudad que la recibió con los brazos abiertos y donde sembró raíces junto a su familia.
Su motor, asegura, son sus pacientes. Cada mujer que confía en su experiencia la impulsa a seguir actualizándose y a innovar constantemente. Sin embargo, también reconoce que el mayor respaldo lo encuentra en su núcleo familiar: su esposo, compañero de vida por más de 20 años, y sus dos hijas, a quienes describe como mujeres brillantes, empoderadas y luchadoras, que la motivan a dejar un legado.
La oportunidad de incursionar en la cirugía robótica llegó en un momento clave, cuando el Hospital Hispano Americano decidió implementar la tecnología Da Vinci. La invitación a certificarse fue un reto que aceptó con decisión, a pesar de que implicaba dejar su zona de confort como ginecóloga con más de 20 años de experiencia quirúrgica. El proceso incluyó viajes, entrenamientos intensivos y largas horas de estudio, sin descuidar a sus pacientes ni a su familia.

Dr. Jerson Mendoza Celaya
En el camino, la Dra. Orozco conoció a figuras inspiradoras como la Dra. Rosario Durón, pionera en cirugía robótica en México, y se unió a la red internacional Women in Da Vinci, donde las mujeres representan apenas el 8% de los cirujanos certificados en el mundo. También retomó lazos con la Dra. Gilda Gutiérrez, colega y amiga de residencia, quien hoy ejerce en Tijuana y ha sido parte de este proceso de crecimiento y aprendizaje.
La doctora reconoce que su equipo ha sido fundamental en este camino. En quirófano la acompañan el anestesiólogo Dr. Guillermo Castillo, su enfermera quirúrgica Luz María Hernández Chaparro, y el especialista en fertilidad Dr. Jerson Mendoza, quien también avanza en su certificación como cirujano robótico. A este núcleo se suman ginecólogos aliados y colegas que respaldan e impulsan su labor.


El Centro de Cirugía Robótica del Hospital Hispano Americano cuenta con una infraestructura de primer nivel y un equipo multidisciplinario de médicos, instrumentistas, enfermería y personal de recuperación, todos capacitados en protocolos de mínima invasión y robótica. “La robótica exige coordinación absoluta, comunicación clara y confianza mutua”, asegura la doctora, destacando la hermandad que se ha formado entre quienes participan en cada procedimiento.
Hasta septiembre de 2025, la doctora y su equipo han realizado con éxito miomectomías, histerectomías y cirugías de endometriosis, todas con resultados sobresalientes: menor sangrado, menos dolor y una recuperación más rápida para las pacientes. Los testimonios son su mayor validación: mujeres que expresan su sorpresa por volver a caminar a los pocos días o que agradecen la confianza que les dio apostar por esta tecnología de vanguardia.
Con cada cirugía, la Dra. María Cruz Orozco reafirma que la innovación en la medicina no tiene género ni fronteras. Su liderazgo marca un precedente histórico en México y abre puertas a las futuras generaciones de médicas que aspiran a incursionar en áreas de alta especialidad.
“Las personas que logran sobresalir lo hacen porque un día decidieron desafiar al miedo”, afirma con convicción. “Mi camino como la primera cirujana robótica de Mexicali no ha estado libre de dudas, pero cada paso me ha demostrado que cuando se vence el miedo, se abre la puerta a lo extraordinario”.